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Lanús很有可能在今晚迎來暌違92年之久的聯賽獎盃。
只要Boca贏了Tigre,
Lanús也贏了GLP今年的阿甲秋季聯賽冠軍就會決定。
Lanús陣中的19歲天才中場,暱稱老鼠的Acosta難掩興奮:
"這絕對是個令人心臟病發的夜晚,毫無疑問我也會是其中一個,哈。
Lanús就是足球,就是我的心。我從11歲開始就在這裡了,從沒想過離開,這兒是我的一切。
這將是令人難忘,超越
Lanús歷史的大事。
不管踢的好不好,不管Boca或Tigre誰贏了誰,所有比賽都發自內心,這個時刻將不會再有第二次。"

"Esta puede ser una noche de infartos"

"...Y uno puede ser el mío, je", dice el Laucha, quien ya anticipa una epidemia cardíaca de felicidad por todo Lanús. Y adiós al by passo a passo.

La ciudad, alerta, no admite diálogo alguno. Sobre la Nueve de Julio, sobre Córdoba, pegando la vuelta manzana por Ituzaingó, cada cual atiende su juego, ansioso, anhelando por su esperada entrada a la gloria eterna, por boleteras vendedoras de rectangulares sueños de papel. Un hervidero en veredas de amianto. Nadie logra decir esa bendita palabra. Imposible. Con suerte si se llega a escuchar, apenas, un fragmentado ''camp...'' Y la cuestión, a esta altura del partido, a esta altura de la vida, excede cábalas, el agarrarse ahí abajo para contrarrestar cualquier posible acto yeta. La cuestión, entonces, resulta más simple, más emocional que supersticiosa. Si en Lanús, suburbio bonaerense en tensa calma, el término ''campeón'' sigue de largo, no es por falta de contenido deseo: raro evitar el lagrimón anti charla, pro abrazo, con solo ilusionarse con una vuelta olímpica, única e irrepetible, que podría regalarse esta misma noche tipo 22. Si Lanús le gana a Gimnasia LP, si Tigre no puede con Boca. Nochecita de sentimientos viajando por el túnel del tiempo, por 92 años de sacrificios. De ojos vidriosos y astillados. De, al fin, "Dale campeón". De bobazos por doquier...

Los corazones en el Sur, más allá de cualquier juego de porcentajes, laten. El objetivo triunfal, al menos por un momento, parece ir más allá de una próxima cargada. Laten. Laten fuerte. Tanto que hacen sacudir las piernas, atentar los lagrimales. En el Polideportivo, en simultánea con el magistral espectáculo callejero, el grupo de Ramón Cabrero no parece canalizar el golpe de efecto colectivo. Tras el 0-0 contra Argentinos, hace horas, sacó la patita del acelerador, ajustó los tornillos en la cancha de arriba, y con inteligencia le metió al sufrido hincha una asistencia milimétrica. Al pecho. Al corazón más granate del mundo. "Esta puede ser una noche para el infarto. Seguro que los habrá. Y no me cabe ninguna duda de que uno puede ser mío, je. Pero sé que nuestro corazón no va a fallar. Son instancias en las que aparece por sí solo. Igual, debe haber una alta dosis de fútbol, el arma principal de este equipo. Si no la utilizamos entraremos en desventaja. Lanús es fútbol y corazón", le asegura Lautaro Acosta a Olé, fiel hincha del Granate y delantero titular de 19 años. Laucha.

¿Locura adolescente? Hmm. Esta efervescencia, se nota, atraviesa generaciones. Del alambrado hacia afuera, del alambrado hacia adentro. Otro pibe, Sebastián Blanco, aun con un cuore joven a prueba de balas, sigue la misma línea. Y sube la apuesta. "¿Infartados? Y... Calculá. Los 11 que estamos adentro, los que están en el banco, el cuerpo técnico, los chicos que no concentraron... ¡Y ni hablar de la gente! Estoy en el club desde los 11 y, de sólo pensarlo, se me pone la piel de gallina. Esto es único. No se vive casi nunca. ¡Mirá lo que es ésto!", pega el grito y saca a pasear a sus ojos. No miente. Grandes, chicos, rateados, martes a la mañana, se sacan fotos, se hacen firmar autógrafos y les piden aquello, sin agarrarse, por todos los dioses. Lo entiende el Rodo Graieb, más experimentado, con más batallas en el lomo, y con el mismo espíritu amateur de sus compañeros. "Puede ser algo inolvidable, trascendental para la historia de Lanús. No sé si jugando bien, no sé si jugando mal. No importa lo que haga Tigre, no importa lo que haga Boca. Estos partidos se ganan con el corazón. No tenés una final todos los días. No hay vuelta atrás", avisa el soldado heroico.

Se trata de poner a la historia de rodillas. De unir sueños colectivos, de anticipar navidades, de sacar la música a otra parte. "La gente está contenta, nosotros también. Tenemos una chance magnífica y vamos a estar a la altura de las circunstancias", jura Ramón Cabrero, padre de la criatura. Se trata, en definitiva, de salir campeón. De nombrar la bendita palabra, aun con el corazón a mil. Aunque una ciudad pegue la vuelta en una ambulancia...



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    nofumi 發表在 痞客邦 留言(1) 人氣()